Esta etapa es uno de los momentos más especiales de nuestra formación. Se trata de un tiempo privilegiado de iniciación en la vida religiosa en el que puedes profundizar en nuestra identidad de “Hermano”, a la vez que vas fortaleciendo tu vida de oración, la vivencia de los Consejos Evangélicos (pobreza, obediencia y castidad) y el deseo de entregar tu vida completamente al Señor con la Primera Profesión Religiosa.

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A partir de esta etapa empiezas a formar parte de nuestro Instituto y la comunidad te da como regalo el nombre de Hermano. Su duración es de un año y la vives en Lima junto a algunos Hermanos de la Conferencia de América Latina y España.