
Así como el fútbol tiene reglas, nosotros también tenemos las nuestras. Claro está, la comparación resulta un poco desproporcionada, pero puede ayudarnos a comprender lo que es nuestra Regla de Vida. Mientras que en el fútbol una regla indica lo que hay que cumplir o hacer, para nosotros “Regla” significa lo que nos apasiona vivir, una llama que nos conduce, un fuego que nos quema.
Esta pasión, esta llama, este fuego, en resumidas cuentas, es el Evangelio mismo, la forma como hemos decidido vivirlo. Lo que allí aparece es una manera de testimoniar a Jesús, de hacerlo presente entre nosotros, de ser hermanos.
¿Te imaginas un partido de fútbol sin reglas? …creo que sería aburrido, sin emociones, sin sentido; no sería un juego. Igual nos pasa; nuestra vida sin reglas sería aburrida, sin emociones, sin sentido; no sería una vida consagrada.