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¿Cómo hablar del amor desde el Amor? Para nosotros es difícil explicarlo y para ti que lees puede ser difícil comprenderlo; sin embargo, no puede ser difícil que lo vivamos. Piensa en la hermosa metáfora del fuego: ilumina, calienta y nada pasa por él sin ser transformado; ese es el Corazón de Dios.

No podemos hablar del amor de Dios sin hacer referencia a su Corazón. En el escenario de la Cruz, cuando todo parecía vacío y oscuro, brilló nuestra esperanza: “Del costado manó sangre y agua”, era el Corazón de Dios que se entregaba completamente, encendía un fuego en nosotros, imposible de contener, que estamos llamados a contagiar.

“ ¡Oh, Corazón divino de mi Jesús, Corazón santuario de la divinidad, que eres la dicha de los santos, Corazón cuyo amor lanza fuegos mil veces más ardientes, más resplandecientes que el sol!, ¿quién soy yo para atreverme a hablar de ti? ¿Quién podría representarte ardiendo continuamente de amor y no consumirse, muriendo de amor y no amarte sin cesar? ¡Oh, tesoro siempre abierto y siempre lleno, para hablar de ti haz fluir a raudales en nuestros corazones torrentes de llamas de amor! ”. (P. Coindre)

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